Día 6- Martes 23 de enero 2024

Señor, convierte nuestras comunidades
en “posadas”, para acoger a los necesitados

Pasajes bíblicos
Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.

Lucas 10:34
dijo: “Mi señor, si este servidor suyo cuenta con su favor, le ruego que no me pase de largo. Haré que les traigan un poco de agua para que ustedes se laven los pies; luego podrán descansar bajo el árbol. Ya que han pasado por donde está su servidor, déjenme traerles algo de comer para que se sientan mejor antes de seguir su camino.” “¡Está bien”, respondieron ellos, “hazlo así!”

Génesis 18:3-5
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo; cual escudo lo rodeas con tu buena voluntad.

Salmo 5:11-12
Reflexión

Un Samaritano se hizo cargo del hombre que había caído en manos de los ladrones. El Samaritano superó sus prejuicios y partidismos. Vio a alguien necesitado y lo llevó a una posada. “Al día siguiente dio dos denarios al posadero y le dijo: ‘Cuida bien a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi vuelta’” (Lc 10,35).

En cualquier sociedad humana, la hospitalidad y la solidaridad son esenciales. Requieren la acogida forasteros, extranjeros, migrantes y personas sin hogar. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la inseguridad, la sospecha y la violencia, tendemos a desconfiar de nuestros prójimos. La hospitalidad es un testimonio importante del Evangelio, particularmente en contextos de pluralismo religioso y cultural. Acoger al “otro”, y ser acogido a su vez, está en el centro del diálogo ecuménico. Los cristianos tienen el desafío de convertir sus Iglesias en posadas donde sus prójimos puedan encontrar a Cristo. Tal hospitalidad es un signo del amor que nuestras Iglesias tienen entre sí y por todos.

Cuando nosotros, como seguidores de Cristo, vamos más allá de nuestras tradiciones confesionales y elegimos practicar la hospitalidad ecuménica, pasamos de ser extranjeros a ser prójimos.

Oración
Padre de amor, en Jesús nos mostraste el significado de la hospitalidad, cuidando de nuestra frágil humanidad. Ayúdanos a convertirnos en una comunidad que acoja a aquellos que se sienten abandonados y perdidos, construyendo una casa donde todos sean bienvenidos. Que nos acerquemos unos a otros mientras ofrecemos al mundo tu amor incondicional. Te lo pedimos en la unidad del Espíritu Santo. Amén.