NINGUNA PERSONA ES MALA


La hermana Caridad nació en Kerala (India), en 1948, y dedica su vida a ayudar a mujeres víctimas de trata y de explotación sexual. Su orden religiosa trabaja para escolarizar y dar un medio de vida digna a las hijas de mujeres prostituidas en algunos de los peores sitios del país. Son niñas habitualmente reclutadas por mafias locales para ser prostituidas a partir de los 13 años o antes, niñas que viven en condiciones de extrema pobreza, hacinadas en chabolas con una falta total de higiene y controladas por madams a las que tienen que entregar casi todos los ingresos que consiguenSe calcula que en la India alrededor de 1,2 millones de trabajadoras sexuales son menores de 18 años y que la prostitución infantil ha aumentado un 8% anual en los últimos diez años.

El principal caballo de batalla de estas mujeres es la falta de educación: aunque quieran salir de ese mundo, no pueden porque no saben hacer otra cosa. "Trabajamos para que las hijas no sigan el mismo camino de sus madres, que es lo que suele ocurrir de manera natural porque nunca conocen otra cosa que no sea esa vida. No tienen formación y en los colegios no las aceptan por ser hijas de prostitutas, los padres no quieren que se mezclen con sus hijas”.

Caridad Paramundayil, que trabajó durante siete años como profesora de mujeres víctimas de explotación sexual, coordinó más tarde la apertura de centros de acogida con ayuda de Manos Unidas para rescatar y rehabilitar a víctimas de prostitución forzada y para formar a jóvenes en oficios que les permitan ser económicamente independientes. Desde entonces han pasado por estos centros casi 400 niñas y adolescentes que han aprendido a leer, escribir, a llevar un negocio, a coser...

Los inicios fueron difíciles. Sufrieron amenazas de mafias locales y proxenetas que vieron peligrar sus negocios, y hasta las llevaron a juicio. "Unos hombres decían que nosotras fomentábamos la prostitución, pero lo que querían era quitarnos de en medio. Fueron días muy peligrosos pero esas mujeres siempre nos protegieron; siempre que venía la policía, ellas nos rodeaban. Ahora todo el mundo sabe lo que hacemos y ya nos han dejado en paz", explica Caridad.

"Me quedo con la idea de que ninguna persona es mala, algo tienen dentro y de todo lo que les hemos dado, algo quedará y algún día se darán cuenta”.
Un gran ejemplo el que nos da Caridad en el inicio de esta semana que concluirá con la celebración del Domund (Domingo Mundial de las Misiones). Vieron el grave problema de la explotación sexual de niñas y se pusieron manos a la obra para sacarlas de las calles, para buscarles un futuro mejor, sin miedo a las dificultades. Ella nos enseña que toda persona tiene algo bueno, así lo repetía también siempre Don Bosco. Esforcémonos en sacar lo mejor que tenemos y pensemos cada día… ¿Qué doy a los demás que sea bueno? ¿Qué me dan y aportan ellos? Y no olvidemos denunciar cualquier injusticia que veamos.
CITA EVANGÉLICA:
No temas, porque yo estoy contigo; 
no desmayes, porque yo soy tu Dios que te acompaño; 

siempre te ayudaré
(Is 41,10).

RECURSOS DIGITALES: 



ORACIÓN:

La fraternidad es conjugar el verbo amar
 y el amor trae la justicia y la solidaridad.

Compartiremos nuestras vidas 
con aquellos que quedan siempre atrás
los que no tienen voz con que gritar
 y se arrastran ya sin ganas de luchar.

Somos capaces de sobrevivir, 
hasta incluso, capaces de vivir,
¿por qué no sabemos convivir respetando cada vida y cada ser?